Nos encontramos con un caso bastante común: nuestro cliente contrató unas reformas, que incluían pequeñas obras y la instalación de un toldo. El contratista exigió el pago por adelantado, pero una vez recibido el dinero, desapareció sin realizar los trabajos. Aunque esta situación bordea la estafa, procedimos a reclamar en vía civil.
El resultado fue contundente: el contratista ni siquiera se presentó en el juicio, y no existía ninguna prueba que refutara nuestra demanda de que el dinero fue pagado y los trabajos jamás se realizaron. Como consecuencia, el tribunal falló a favor de nuestro cliente, logrando que recupere lo que le corresponde.
En Legalion Abogados, luchamos por tus derechos ante cualquier abuso. Si has sido víctima de situaciones similares, ¡no dudes en contactarnos y deja que nuestro equipo te defienda con éxito