Este caso refleja claramente cómo una mala práctica en la compraventa de vehículos puede acabar convirtiéndose en una pesadilla para el consumidor… salvo que actúe a tiempo y con la asesoría adecuada. Nuestro cliente, confiando en la oferta de un vehículo de segunda mano, decidió adquirir un Mercedes por un precio cercano a los 5.000 euros, creyendo que estaba en buen estado y apto para circular.
Sin embargo, desde prácticamente los primeros días tras la entrega, el coche comenzó a presentar averías constantes. Pese a las reclamaciones, el vendedor no asumió la reparación ni ofreció una solución razonable. Finalmente, se negó a atender la garantía ni a cubrir los defectos, alegando que el vehículo ya había sido entregado y que las averías eran normales en coches usados.
Pero la realidad era otra: el coche presentaba fallos que afectaban gravemente a su funcionamiento y que existían antes de la venta, lo que en derecho se conoce como vicios ocultos, es decir, defectos que no son visibles a simple vista y que impiden el uso normal del producto.
Desde Legalion Abogados, decidimos actuar con rapidez y contundencia. Presentamos una demanda judicial solicitando la resolución del contrato de compraventa por incumplimiento del vendedor y por haber entregado un vehículo inhábil para el uso pactado. También solicitamos la devolución íntegra del importe pagado, así como los gastos asociados (incluidos costes de traslado, reparaciones infructuosas y trámites administrativos).
El juzgado no solo nos dio la razón, sino que estimó íntegramente la demanda, reconociendo que el vehículo:
- No cumplía las condiciones mínimas de funcionamiento ni fiabilidad esperables.
- Presentaba fallos previos a la compraventa, no informados al comprador.
- Había generado un perjuicio económico evidente, tanto por el importe pagado como por los gastos en los que incurrió nuestro cliente.
Como resultado, el juez obligó al vendedor a devolver los casi 5.000 € abonados por el coche, además de cubrir los costes derivados de esta compraventa fallida.
Este caso demuestra la importancia de contar con asesoría jurídica especializada en derecho del consumidor y compraventa de bienes usados. No todo vale en la venta de segunda mano, y el vendedor tiene la obligación legal de garantizar que el bien vendido se encuentra en condiciones de uso razonables. Cuando esto no ocurre, existen vías legales claras para proteger al comprador y recuperar lo que le pertenece.
En Legalion Abogados estamos comprometidos con la defensa de consumidores frente a abusos, engaños o incumplimientos contractuales. Si has adquirido un coche defectuoso o un producto que no se corresponde con lo prometido, no estás solo: podemos ayudarte a reclamar y recuperar tu dinero.