08/11/2022
Recientemente, la Audiencia Provincial de A Coruña ha dictado una sentencia pionera respecto a los préstamos contraídos durante el matrimonio. Es habitual preguntarse qué pasa si uno de los cónyuges no paga un préstamo común. Cuando el matrimonio se ha firmado bajo régimen de separación de bienes, es importante destacar que el cónyuge que pidió ni utilizó el dinero del préstamo no está obligado a pagarlo.
Caso de préstamo para financiación de negocio familiar
En el caso que nos ocupa, un matrimonio casado en gananciales había solicitado un préstamo para financiar el negocio de una de los cónyuges. Una vez que las partes se divorciaron y ante el impago del marido, el banco inició la ejecución del mismo contra la mujer. De esta forma, debía abonar la cantidad de 12.000€.
Esta mujer reclamó a su ex marido el pago de la mitad que el correspondía, es decir, 6.000€. Aun así, en Primera Instancia, se desestimó su recurso al considerar que la responsabilidad del préstamo era “solidaria”. Esto implica que ambos cónyuges deben pagar la totalidad exigida por el banco a cualquiera de los prestatarios.
Aun así, la demandante interpuso un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de A Coruña. Este organismo dictaminó que el ex marido debía reembolsar la totalidad de los 12.000€ abonados al no poder considerarse “una carga del matrimonio” la financiación del negocio de uno de los cónyuges. Esto es así debido a que no fue la mujer la beneficiada por dicho negocio, a pesar de haber firmado ella el préstamo para ayudar a, por aquel entonces, su marido.
El beneficiado por el préstamo será el responsable de pago
Podemos concluir que, en caso de que un matrimonio con préstamos aún por pagar se divorcie, tendrá que ser el cónyuge que se beneficie directamente del uso de dicho préstamo el que deba reembolsar el dinero a la entidad bancaria.
Por tanto, si uno de los cónyuges no paga un préstamo común, la otra parte podrá denunciar y ganar el caso, obligando al deudor a abonar toda la cantidad correspondiente.
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