24/08/2023
Cada año, durante el mes de agosto, el universo de reclamaciones y derechos laborales plantea una interrogante recurrente: ¿Cuáles son los plazos válidos para presentar una reclamación? ¿Los días de agosto son hábiles o inhábiles en este contexto?
La respuesta a esta pregunta se encuentra en el artículo 43 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, que establece las pautas temporales de las acciones procesales. En su cuarto apartado, se detalla que: "Los días del mes de agosto y aquellos que transcurran entre el 24 de diciembre y el 6 de enero del siguiente año, ambos inclusive, serán considerados inhábiles. No obstante, esto no aplica a ciertos procedimientos, como los relacionados con despido, extinción de contrato conforme a los artículos 50, 51 y 52 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, movilidad geográfica, alteración sustancial de condiciones laborales, suspensión contractual, reducción de jornada por causas económicas, técnicas u organizativas, derechos de conciliación, impugnación de altas médicas, vacaciones, cuestiones electorales, conflictos colectivos, convenios colectivos y protección de derechos fundamentales y libertades públicas. Esto abarca tanto el proceso declarativo como las etapas de recurso y ejecución".
Es vital comprender que, a pesar de la creencia común de que agosto es un mes inhábil desde una perspectiva legal, la mayoría de los asuntos relacionados con los trabajadores siguen siendo procesables durante este periodo y deben considerarse al planificar plazos.
Este aspecto adquiere una relevancia inmensa, ya que, como es bien sabido, dejar pasar el plazo implica la pérdida de la oportunidad de presentar una reclamación, sin posibilidad de retomarla posteriormente.
En resumen, si te encuentras en una situación contemplada en el apartado cuarto del artículo 43 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, es esencial tomar medidas lo antes posible. Abandona la idea errónea de que "en agosto todo se detiene", dado que, en la práctica, estos procesos abarcan la mayoría de los problemas enfrentados por los trabajadores. Contar con un profesional experto para recibir una asesoría adecuada resulta altamente recomendable, evitando que tus pretensiones queden en riesgo debido a este malentendido.
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