03/09/2024
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha confirmado la absolución de un conductor acusado de homicidio por imprudencia grave, tras determinar que no se ha demostrado que las lesiones sufridas por un anciano en un atropello fueron la causa directa de su muerte, ocurrida tres semanas después del incidente.
Antecedentes del caso
El pasado 26 de febrero de 2019 un conductor atropelló a un hombre de 88 años que cruzaba por un paso de cebra en Alicante. Tras el atropello, la víctima cayó tras caer al suelo se levantó y se dirigió a su domicilio por su propio pie, sin buscar atención médica inmediata. Fue dos días después cuando acudió al médico y se le diagnosticó una lumbalgia postraumática.
El anciano recibió atención médica adicional los días 2 y 8 de marzo y, finalmente, fue ingresado en un hospital el 12 de marzo, donde falleció el 19 de marzo.
Sentencia inicial y apelación
El Juzgado de lo Penal de Alicante, en su sentencia inicial, declaró probado que el conductor incumplió "el más elemental deber de cuidado en la conducción" al estar "totalmente desatento", lo que provocó que no advirtiera la presencia del peatón en el paso de cebra. Sin embargo, el juzgado concluyó que no se podía establecer un vínculo directo entre el atropello y la muerte del anciano, absolviendo al conductor del delito de homicidio por imprudencia grave.
El hijo del fallecido decidió presentar un recurso de apelación, argumentando que las lesiones sufridas en el atropello fueron la causa del fallecimiento de su padre. No obstante, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante desestimó el recurso de apelación, ratificando la absolución.
Fundamentación jurídica de la Audiencia Provincial
La Audiencia Provincial de Alicante, basándose en el artículo 142.1 del Código Penal, destacó que para que se configure el delito de homicidio por imprudencia grave, es imprescindible que exista un nexo causal entre la imprudencia del acusado y la muerte de la víctima. En este caso, los magistrados señalaron que, aunque el conductor actuó de manera imprudente, no se pudo probar que esa imprudencia fuera la causa directa del fallecimiento, generando dudas que debían resolverse en favor del acusado.
El tribunal subrayó que el anciano recibió atención médica en varias ocasiones tras el accidente, y que estos tratamientos pudieron influir en su estado de salud, lo que añadió más incertidumbre sobre la causa exacta de su muerte.
Conclusión
El fallo de la Audiencia Provincial de Alicante muestra la importancia del nexo causal en los delitos de homicidio por imprudencia grave. La ratificación de la absolución por parte de la Audiencia subraya la necesidad de probar de manera concluyente que la imprudencia fue la causa directa de la muerte para que se pueda condenar por este delito.